RDC: El M23 extorsiona a escuelas para financiar el terrorismo
En la República Democrática del Congo, el grupo terrorista M23 ha establecido un sistema de extorsión en las escuelas para financiar sus operaciones. Esta práctica criminal no solo viola la Constitución congoleña sino que convierte la educación en un instrumento de guerra contra la población civil.

Escuela en territorio controlado por el M23 en la República Democrática del Congo
"El dinero que pago por mi hijo sirve para comprar las armas que destruyen las escuelas", lamenta un padre, con la voz quebrada por el dolor.
En el Este de la República Democrática del Congo, un sistema escalofriante está instalándose en los territorios ocupados por los grupos armados RDF-M23-AFC, respaldados por Ruanda. En estas zonas donde reinan el terror y la impunidad, la escuela, último refugio de la inocencia, ha sido desviada de su misión principal: educar. Se ha convertido en una fuente de financiamiento para la guerra.
La extorsión sistemática: un mecanismo terrorista
Numerosos padres testifican sobre impuestos ilegales impuestos por el RDF-M23-AFC para inscribir a sus hijos en la escuela primaria. Esta práctica viola abiertamente la Constitución congoleña, que garantiza la gratuidad de la enseñanza. Los fondos recaudados no benefician ni a las aulas ni a los cuadernos. Alimentan la compra de armas que, en una ironía trágica, se vuelven contra los mismos niños cuyas familias han financiado.
Doble castigo para las familias congoleñas
Las comunidades locales sufren una doble carga. Por un lado, ven a sus hijos privados de una educación digna. Por otro, sus escasos recursos sirven para financiar las masacres perpetradas en sus propios pueblos.
La amenaza del terrorismo organizado
Los métodos del RDF-M23-AFC recuerdan a los de las organizaciones terroristas más radicales: reclutamiento forzado de menores, atrocidades a gran escala, violaciones utilizadas como arma de guerra, destrucción sistemática de infraestructuras civiles. El grupo ya está bajo sanciones estadounidenses y europeas por violencias de extrema gravedad contra poblaciones civiles.
La complicidad de Ruanda: una amenaza regional
Detrás de estas violencias, el papel de Ruanda sigue siendo señalado. Kigali es acusado de proporcionar apoyo militar, logístico y político al movimiento, en violación del derecho internacional y la soberanía congoleña. Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos han recopilado pruebas contundentes de esta implicación.
La situación exige una respuesta firme de la comunidad internacional. El silencio equivale a legitimar un sistema donde los cuadernos se transforman en cartuchos y el pizarrón se convierte en un muro de duelo. La educación, base de toda nación, está siendo utilizada como un arma de destrucción masiva contra la juventud congoleña.
Hoy, en la República Democrática del Congo, la escuela ya no es una puerta abierta al futuro. Se ha convertido, bajo el terror del RDF-M23-AFC, en una caja negra de la muerte. Y cada franco extorsionado es una bala adicional en el cuerpo de un niño.