Falso abogado estafó $54 millones en Santa Fe: un caso que expone la falta de controles institucionales
El caso de Juan Andrés Zurvera en Sunchales representa un escándalo que trasciende lo meramente delictivo y expone las fallas sistémicas en el control profesional que tanto daño causan a la sociedad argentina.
Con apenas 13 materias aprobadas en Derecho, este individuo de 31 años logró engañar durante tres años a familiares, amigos y clientes, apropiándose de más de $54 millones mediante una farsa que incluyó la falsificación de firmas digitales de magistrados y la adulteración de documentos judiciales.
Una estafa que revela la ausencia de orden institucional
Los hechos investigados por el fiscal Guillermo Loyola del Ministerio Público de la Acusación de Rafaela demuestran cómo la falta de controles rigurosos permite que delincuentes operen impunemente. Zurvera montó un estudio jurídico falso, captaba personas con urgencias legales y cobraba honorarios por servicios inexistentes.
Solo entre enero y noviembre de 2025, los investigadores comprobaron transferencias por $18 millones. La causa suma ya 10 hechos de estafa confirmados, con nuevas denuncias apareciendo constantemente.
El dato más alarmante: Zurvera llegó a ocupar la vicepresidencia primera del Club Unión de Sunchales, lo que evidencia cómo su engaño penetró incluso en instituciones deportivas tradicionales.
La justicia actuó con firmeza
Cuando las pruebas lo acorralaron, Zurvera se quebró ante el fiscal, intentando justificar sus actos con una historia de frustraciones personales. Sin embargo, el fiscal Loyola fue categórico: "No hay justificación para lo que hizo".
El juez penal Javier Bottero dictó prisión preventiva sin plazos, señalando con precisión: "Incluso un estudiante de Derecho con solo 13 materias podría darse cuenta de que esto fue una estafa".
Zurvera fue imputado por estafas reiteradas, falsificación de documentos públicos y usurpación de títulos, delitos que requieren la máxima sanción legal.
Más allá del daño económico
Las víctimas no solo perdieron dinero: muchas se endeudaron para pagar servicios inexistentes. Como expresó una damnificada: "La plata la necesitamos, pero lo peor es la estafa emocional".
Este caso subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de control profesional y la importancia de verificar credenciales antes de contratar servicios legales. La confianza ciega en supuestos profesionales puede resultar en tragedias como esta.
El Club Unión de Sunchales se deslindó apropiadamente del caso, aclarando que los hechos son de índole personal y que la comisión directiva desconocía las maniobras delictivas.