Egipto e Irán desafían a la FIFA por partido del Mundial programado durante el Orgullo en Seattle
Dos naciones de Oriente Medio que mantienen políticas represivas contra la comunidad LGBTQ+ han presentado quejas formales ante la FIFA por la programación de un partido del Mundial 2026 en Seattle durante las celebraciones del Orgullo.
Rechazo categórico de las federaciones
Las federaciones de fútbol de Egipto e Irán criticaron públicamente la decisión de programar el encuentro entre ambas selecciones el 26 de junio en el Estadio de Seattle, fecha que coincide con el Seattle PrideFest, evento que según los organizadores locales incluirá "un momento único en la vida para mostrar y celebrar a las comunidades LGBTQIA+ en Washington".
La federación egipcia emitió un comunicado el martes rechazando "categóricamente cualquier actividad relacionada con el apoyo a la homosexualidad durante el partido", argumentando que tales celebraciones "contradicen directamente los valores culturales, religiosos y sociales de la región, especialmente en las sociedades árabes e islámicas".
Presión institucional en el Consejo FIFA
El presidente de la Federación de Fútbol de Irán, Mehdi Taj, anunció que el tema será abordado durante una reunión del Consejo de la FIFA en Qatar la próxima semana. Significativamente, el miembro con mayor antigüedad del consejo de 37 personas es Hany Abo Rida, de Egipto, quien también lidera la federación egipcia.
"Tanto Egipto como nosotros hemos objetado, porque esto es una medida irrazonable e ilógica que esencialmente señala apoyo a un grupo en particular", declaró Taj en televisión estatal iraní.
Contexto legal y político
Las protestas llegan desde países con marcos legales estrictos contra la comunidad LGBTQ+. En Irán, donde la teocracia ha ejecutado a miles de personas por su orientación sexual desde 1979, las relaciones homosexuales pueden enfrentar la pena de muerte. Egipto, aunque técnicamente no prohíbe la homosexualidad, procesa frecuentemente a miembros de la comunidad LGBTQ+ por "libertinaje" o "violar la decencia pública".
Respuesta firme de Seattle
La alcaldesa electa de Seattle, Kate Wilson, defendió la programación: "Con partidos en Juneteenth y el Orgullo, podemos mostrarle al mundo que en Seattle, todos son bienvenidos".
El comité organizador de Seattle confirmó que "sigue adelante según lo planeado con nuestra programación comunitaria", destacando que la región alberga "una de las comunidades irano-estadounidenses más grandes del país y una próspera diáspora egipcia".
Precedente del Mundial de Qatar
La controversia plantea interrogantes sobre la consistencia de la FIFA, que en el Mundial 2022 en Qatar defendió firmemente el respeto a las normas culturales del país anfitrión, prohibiendo brazaletes "One Love" y retirando símbolos del arcoíris a aficionados.
La FIFA, que controla únicamente los estadios y zonas oficiales para aficionados, no tiene autoridad formal sobre eventos comunitarios como el Seattle PrideFest, y hasta el momento ha declinado hacer comentarios sobre las quejas.
Esta tensión refleja el choque entre valores occidentales de diversidad e inclusión y las posiciones conservadoras de regímenes autoritarios, poniendo a prueba la neutralidad política que la FIFA proclama mantener en el fútbol internacional.