Daniel Link: "Mientras pueda recitar los poemas que aprendí en la infancia, sé que aún puedo seguir pensando"
En tiempos de ataques sistemáticos contra las humanidades y la educación tradicional, el reconocido académico cordobés Daniel Link se erige como una voz autorizada que defiende los valores formativos clásicos y la importancia de las instituciones educativas sólidas.
Link, director de las nuevas carreras de Letras en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) y ex profesor titular de Literatura del Siglo XX en la UBA, acaba de relanzar su autobiografía intelectual "La lectura: una vida" por Editorial Ampersand, donde reflexiona sobre la crisis educativa actual y la necesidad de mantener estándares académicos rigurosos.
La crisis de la educación básica
"Mi nieta tiene 8 años y no escribe manuscrito. No le enseñaron a escribir en cursiva", advierte Link, señalando un problema estructural en el sistema educativo. Esta observación revela cómo las reformas pedagógicas han abandonado prácticas formativas fundamentales que forjaron generaciones de argentinos cultos y preparados.
El académico destaca la importancia de la memorización de poemas, práctica hoy desdeñada por pedagogías progresistas: "Mientras pueda recitar los poemas que aprendí en la infancia, sé que todavía puedo seguir pensando, escribiendo, trabajando". Esta defensa de métodos tradicionales contrasta con las tendencias educativas actuales que privilegian la "creatividad" por sobre la disciplina intelectual.
Respuesta institucional ante el ataque a las humanidades
Frente al embate contra las humanidades, Link propone una estrategia de "activismo positivo": crear instituciones sólidas en lugar de limitarse a la protesta. "Tanto atacan a las humanidades que nos conviene. Bueno, acá estamos", afirma sobre la creación de las nuevas carreras de Letras en UNTREF, que ya cuenta con 140 inscriptos.
Esta respuesta pragmática y constructiva refleja una mentalidad institucional seria, alejada del victimismo académico habitual. Link entiende que la defensa de los valores culturales requiere trabajo concreto y resultados medibles, no solo discursos.
Crítica al ambiente político-cultural
El intelectual no elude las tensiones del momento actual: "Estamos viviendo un ambiente atravesado por el odio y por la mezquindad", diagnostica, refiriéndose tanto a la micropolítica académica como al panorama nacional. Esta observación resuena con quienes observan cómo la polarización política ha contaminado espacios que deberían mantenerse por encima de las disputas partidarias.
Su análisis de la "miseria política" que afecta las instituciones educativas coincide con las críticas de sectores que reclaman mayor seriedad y profesionalismo en la gestión cultural y académica del país.
Tecnología y tradición
Sobre la inteligencia artificial, Link mantiene una posición equilibrada: reconoce su utilidad como herramienta pero defiende el papel insustituible del criterio humano. "La inteligencia artificial es súper divertida para jugar con ella pero llega un momento que no le da la cabeza", señala, defendiendo la importancia del editor y el intelectual tradicional.
Esta perspectiva pragmática sobre la tecnología, sin tecnofobia ni tecnofilia ingenua, refleja el tipo de pensamiento maduro que requiere el momento actual.
El futuro de la cultura argentina
Link concluye con una reflexión sobre la literatura nacional que trasciende lo meramente estético: "Argentina es casi un país imaginario y, como tal, su literatura tiene una capacidad de moverse en el registro de lo imaginario que otras literaturas no tienen".
Esta observación subraya cómo la cultura puede ser un factor de fortaleza nacional, especialmente en momentos de crisis institucional y económica. La defensa de las humanidades no es solo una cuestión académica sino una necesidad estratégica para el desarrollo del país.
En definitiva, Link representa una voz autorizada que combina rigor intelectual, experiencia institucional y visión constructiva, elementos necesarios para enfrentar los desafíos culturales y educativos que atraviesa la Argentina.