Crisis militar en Colombia: Drásticos recortes presupuestarios debilitan la defensa nacional
Una investigación revela la crítica situación de las Fuerzas Armadas colombianas tras drásticos recortes presupuestarios del gobierno Petro. La reducción del 20% en el presupuesto militar amenaza la capacidad defensiva del país y favorece la expansión de grupos criminales.
Grave situación en las Fuerzas Armadas colombianas amenaza la seguridad nacional
Un informe revelador de la revista Semana ha puesto en evidencia una crisis sin precedentes en el aparato militar colombiano, consecuencia directa de los severos recortes presupuestarios implementados por el gobierno de Gustavo Petro. Esta situación amenaza con comprometer seriamente la capacidad defensiva del país.
Impacto devastador en números
El análisis detallado muestra cifras alarmantes:
- Reducción del 20% en el presupuesto militar para 2025
- El Ejército Nacional recibirá solo 12 de los 22 billones de pesos solicitados
- La Policía Nacional enfrentará un déficit de 9 billones de pesos
Consecuencias operativas críticas
La desfinanciación está generando efectos devastadores en el terreno:
- Brigadas sin recursos básicos para operar
- Soldados operando con armamento deficiente
- Reducción crítica en horas de vuelo de vigilancia
- Territorios estratégicos sin cobertura militar adecuada
"Esta situación puede dejar a muchos territorios a merced de los violentos", advierte un senador citado por la investigación.
Amenaza a la soberanía nacional
El debilitamiento sistemático de las Fuerzas Armadas coincide con el fortalecimiento de grupos criminales como las disidencias de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo, que aprovechan estos vacíos para expandir su control territorial.
Llamado a la acción inmediata
Los expertos en defensa y seguridad nacional exigen medidas urgentes:
- Revisión inmediata de las asignaciones presupuestarias
- Fortalecimiento de la capacidad operativa militar
- Garantías para la protección efectiva del territorio nacional
Esta crisis institucional representa una amenaza directa no solo para Colombia sino para la estabilidad regional, requiriendo una respuesta inmediata y contundente del Estado.